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jueves, 14 de junio de 2012

Riesgo y éxito



La versión original en inglés está disponible en la página

oficial del autor: Brett N. Steenbarger .





Se oye a veces debatir sobre si el éxito especulativo se debe más a las propias técnicas de trading o a la psicología. El éxito, por supuesto, corresponde a los dos. El punto donde ambos aspectos convergen es en la gestión del riesgo. Un gran porcentaje del éxito o fracaso en la especulación corresponde a este factor. Un nuevo libro de gestión del riesgo –que revisaré la próxima semana- explicaba, analizando tanto a traders individuales como a firmas de trading, que el 90% de todos los beneficios corresponden al 10% de las operaciones. A pesar de que a los traders les gusta pensar que ganan dinero en casi todas sus operaciones, la realidad es que una minoría de esas operaciones son provechosas -y son estas pocas pero muy rentables operaciones las que hacen que la cuenta de pérdidas y ganancias esté en positivo.




El libro continua reflexionando que, sí el 10% de las operaciones suponen la mayoría de los beneficios, esto implica que la mayoría de operaciones tienen que ser "borradas". Una habilidad fundamental a la hora de especular es reconocer que una operación es equivocada antes de que perjudique a la cuenta de resultados. He visto continuamente a buenos traders salir de sus posiciones cuando las operaciones no se movían en la dirección esperada. Los malos traders sólo cierran su posición cuando la operación se ha movido en su contra.




Y sin embargo es igualmente cierto que, si el 10% de las operaciones suponen la mayor parte de los beneficios, los traders deben estar dispuestos a conseguir operaciones excelentes. Esto no sólo implica encontrar el punto dulce donde puedes "limitar tus pérdidas y dejar correr tus beneficios", sino también estar dispuesto a operar con una posición lo suficientemente grande que te permita maximizar la rentabilidad de las buenas operaciones. Los peores traders que conozco arriesgan más cuanto peor lo están haciendo. Normalmente, acaban de perder en una o más operaciones e intentan ahora recuperar su dinero. Los mejores son capaces de identificar oportunidades de especulación extraordinarias –siendo pacientes a la hora de esperar esas oportunidades- y se apalancan en su justa medida para aprovechar el movimiento. Así es como 10 operaciones buenas más que compensan 90 en tablas o malas.




Una de las historias favoritas que me gusta contar trata sobre un trader muy acreditado que prometió revelarme el secreto de su éxito. Esto, por supuesto, picó mi curiosidad y le pregunté, "¿Cuál es?". Me contestó con otra pregunta: ¿Qué proporción hay entre tu posición más grande y una normal? "De tres a uno", le dije. Sonrió. "Piensa mejor en un 20 a 1", fue su recomendación y formula del éxito.




Creo firmemente en lo que me dijo. La razón por la que tiene tanto éxito no tiene nada que ver con encontrar un mejor oscilador, análisis de regresión o formación charlista. Tenía éxito porque tenía la habilidad de identificar –y esperar- las oportunidades particularmente rentables para entonces sacarles el máximo provecho. Aunque una variación en la fijación del tamaño de la posición de 20 a 1 está -ahora y siempre- fuera de mi alcance, todavía pienso que la regla es válida: el éxito depende, en parte, de aumentar el tamaño por razones lógicas, no psicológicas.




Este es uno de los motivos por los que especular es tan difícil. Es una mezcolanza inusual de rasgos que le permite a uno ser prudente con el riesgo, deshacerse (en tablas) rápidamente de las operaciones que no se comportan como se espera y al mismo tiempo apostar fuerte cuando surge una oportunidad. Es fácil encontrar traders que tienen aversión al riesgo y se aferran a sus posiciones de uno y cinco contratos. También lo es encontrar traders que determinan el tamaño de la posición libremente, incluso en los momentos en los que están frustrados con la operación. Lo raro es encontrar la siguiente mezcla: la habilidad para aceptar y limitar el 90% de ocasiones que no funcionan, y al mismo tiempo apostar agresivamente por ese 10% de las veces en los que hay un movimiento del que beneficiarse.




Lo que es cierto para el factor tamaño también lo es para el factor tiempo. Se puede aprender mucho simplemente identificando cuánto tiempo ha mantenido sus posiciones ganadoras y perdedoras un trader. Si se sale rápidamente de las operaciones que no van en la dirección deseada, el tiempo medio que está posicionado en este tipo de operaciones debería ser corto. En cambio, con los buenos traders, no es infrecuente ver en su libro de operaciones que el 10% de las mismas se han mantenido durante un largo periodo de tiempo. Estas son invariablemente las que contribuyen significativamente a la cuenta de resultados. Los traders realmente malos también muestran unas pocas operaciones mantenidas a largo plazo –siendo estas con pérdidas-. Pregunté recientemente a un trader por qué mantenía una operación durante un periodo inusualmente largo. Me miró con curiosidad y contestó: "Porque entré en el suelo". Estaba dispuesto a mantener una operación con sus altibajos mientras fuera en su dirección y siempre que no ocurriera algo que le convenciera que se había equivocado al identificar el suelo. Esa fue su única operación del día.




Quizás sea una obviedad en todos los aspectos de la vida. Las personas que he visto han tenido éxito en sus relaciones personales y a la hora de ligar han estado dispuestas a tener muchos primeras citas pero no segundas o terceras. Se deshacen de las relaciones nada prometedoras y centran sus energías en el 10% que parece valen la pena. A menudo, ocurre lo mismo con la carrera profesional. Una persona con éxito puede involucrarse en 10 proyectos a lo largo del año y centrarse en una única iniciativa si esta produce resultados. Una empresa podría sacar al mercado diez productos y retirar nueve, ganando dinero en el que goza de aceptación. Incluso los artistas e inventores, como descubrió Dean Keith Simonton, tienden a mostrar profusión creativa, obteniendo su fama por unas pocas de sus obras que captan la atención de un público agradecido.




Los traders de éxito gestionan el riesgo de su exposición a los mercados. Las personas de éxito gestión el riesgo de sus vivencias. No es sólo cuánto emprendemos, también cómo rectificamos en la vida lo que determina nuestra habilidad para beneficiarnos de los episodios prometedores que nos surgen en el camino.

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